Deshidratamos ananá mediante un lento proceso que mantiene su aroma y sabor sin que la fruta pierda sus propiedades, no le agregamos azúcar ni edulcorantes. Se puede usar para cócteles, pero también en tés o infusiones, sangrías, bebidas carbónicas, aguas détox, postres, recetas de cocina. Aporta a las bebidas un toque cítrico manteniendo su gran dulzura y aroma.